La importancia de los escaparates en verano
Los escaparates constituyen uno de los principales elementos de venta de cualquier establecimiento. Es lo primero que verán nuestros clientes y, por tanto, es fundamental que esté a punto. Para ello, es esencial adaptarlos según la época del año en la que nos encontremos, como puede ser el verano o el invierno, y modificarlo durante los períodos especiales (como rebajas o navidades), etc. Representa nuestra marca y supone el alma de la tienda.
Por ello, debemos cuidar los detalles pensando en el consumidor y en sus gustos, y en qué puede llamar su atención. A continuación, te daremos unos cuantos consejos para que prepares tus escaparates de verano.
Los colores de los escaparates en verano
Por lo general, para los escaparates de verano se buscan colores alegres y vivos, es decir, en relación con esta estación. Se trata de una época llena de luz y de calor y el tono que escojamos para nuestro escaparate tiene que estar acorde.
Así, el color amarillo es uno de los más recurridos para esta época, cuenta con un carácter cítrico que nos recuerda al sol y que nos refresca en cuanto lo miramos. Transmite mucha energía, movimiento y buenas vibraciones.
El color naranja es otro de los grandes protagonistas en los escaparates de verano. Al tener una fuerte dominante roja, transmite gran calidez y seguridad. Es el color de la creación y de la amistad. Junto con el amarillo, simbolizan la juventud y la felicidad, la sociabilidad y la esperanza. Todas estas características lo convierten en uno de los colores esenciales en los escaparates de verano.
Los colores que nunca fallan son el verde y el azul. Ambos colores, tanto individualmente, como combinados, transportan a los consumidores directamente a la playa, al Mediterráneo, a un rincón natural y tranquilo, a un lugar donde poder desconectar.
En cambio, si buscas reflejar un ambiente más rural a tu escaparate en verano, que evoque a la montaña, se recomienda combinar el verde con tonos vivos como el rojo, el naranja y el amarillo. Estos matices pueden transportarte de lleno a tu hogar rural, a la casa del pueblo donde veraneas.
La iluminación en los escaparates de verano
Aunque la iluminación es un elemento que a menudo pasa muy desapercibido, lo cierto es que cuenta con un gran peso dentro de los escaparates en verano. Debemos tener en cuenta que la luz afecta al color, por tanto, si queremos que se aprecie un color concreto, dicha iluminación debe ser lo más parecido a la luz del día, la luz natural.
La luz, su calidez y cómo la aplicamos, puede dar mucho juego. Así:
- La luz cálida hace referencia al final del día, a un bonito recuerdo viendo el atardecer
- La luz semi-cálida hace referencia al mediodía
- Las luces frías, evocan a las serenas y tranquilas noches de verano llenas de estrellas.
Tipos de decoración
Además de los dos puntos anteriores, otro de los grandes elementos imprescindibles en un escaparate de verano, es el escenario de nuestro escaparate, es decir, todos aquellos objetos que están al otro lado del cristal componiendo el cuadro visual de nuestra tienda.
Por ejemplo, una dinámica muy común dirigida a un público joven es el surf. Introducir arena, un par de tablas de surf, un chiringuito y demás elementos que te recuerden a la playa, es una temática todavía muy actual y muy recurrida para los escaparates de verano.
Otra opción bastante socorrida es decorar el espacio mediante manualidades relacionadas con la playa, el mar o cualquier elemento que nos recuerde al verano.
Así, en verano triunfan los escaparates llenos de peces, conchas, algas, barcos, sirenas y todo tipo de objetos relacionados con el mar. En este tipo de escenografía, destaca el color azul, por lo que es importante buscar productos que resalten y contrasten dentro de toda la escenografía.
Un tema muy recurrente en relación con el punto anterior y que año tras año se encuentra presente en algún que otro escaparate de verano, es la temática marinera. Un escaparate de verano con un barco, un ancla, flotadores, conchas,… Y rayas blancas o rojas y azules.
Una buena opción para mostrar que es verano, pero sin emplear los recursos más comunes como el mar, la playa o el color azul, es coger uno o varios elementos del verano, sea cual sea, y centrar toda la orientación en ellos. Así, podemos recrear un ambiente tropical, con sus tonos verdes y frescos; o un helado gigante con pequeños productos relacionados alrededor.
En cambio, hay escaparates que para el verano, optan por utilizar el menor número de elementos posibles, es decir, recurrir a una decoración minimalista. Es una buena manera de resaltar únicamente el producto y todos sus detalles, incluidos los más pequeños.
El decorado y todos los elementos que forman el escaparate en verano son esenciales para llamar la atención del cliente, pero tampoco debemos olvidar que debe estar relacionada con la propia marca.
Lo más importante que se debe tener en cuenta a la hora de preparar un escaparate de verano, es mostrar cercanía, felicidad, atracción y, sobre todo, curiosidad hacia nuestros productos. Así incitaremos al cliente a introducirse en nuestro propio mundo.
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