Qué debe tener una fachada corporativa
La fachada corporativa es la imagen principal con la que llamamos la atención de nuestros clientes. Por eso, desde Doble M eventos queremos ofrecer las mejores soluciones para poder explotar este recurso, así como dar los mejores consejos para hacerlo.
Las redes sociales e internet han incrementado la importancia de la imagen proyectada por un negocio a la hora de valorar un producto. En el establecimiento físico esta imagen tiene la misma importancia y debe cuidarse si queremos dar buena impresión. Además, no se debe olvidar que, si nuestra imagen de negocio es buena, el número de clientes que captemos será mayor.
¿Qué es una fachada corporativa?
Una fachada corporativa es un espacio destinado a promocionar un negocio, producto o servicio en el exterior de un recinto, espacio o edificio.
Su finalidad principal es aprovechar la máxima cantidad de superficie perteneciente al negocio para ofrecer mayor visibilidad. Para zonas de altas aglomeraciones, estas fachadas -de cualquier tipo de negocio- pueden resultar clave.
Beneficios de una fachada corporativa
Una fachada corporativa o publicitaria construye la primera imagen que la gente se hace de nuestro negocio. Es la primera impresión y, por tanto, la mejor oportunidad para transmitir algún tipo de mensaje o información al posible cliente.
Aunque haya quien dice que no presta atención a los anuncios o publicidad de cualquier tipo, lo cierto es que su efecto funciona similar a un cuentagotas. Cada vez que nuestra imagen se proyecta en una persona, hemos generado información en su subconsciente.
Al pasar varias veces cerca de un negocio con una fachada llamativa que incluye un logo o mensaje bien diseñado, esa idea se queda en nuestro cerebro. Esta información condicionará las decisiones que tomemos. Reforzará esa idea si volvemos a verlo en otro sitio.
Tener una buena fachada corporativa en la que mostrar al público nuestra imagen de marca es esencial para triunfar en nuestro negocio.
Características de una buena fachada corporativa
Lo primero que se debe hacer con la fachada de una empresa es revisar sus logotipos. Sea del tipo que sea, debe contener el mensaje principal que buscamos y ser atractivo.
La fachada por tanto, irá acorde a estas características. Más elegante, más serio, más informal… no importa lo que busquemos siempre que lo tengamos claro.
La selección de colores en el revestimiento es clave. Evidentemente deben coincidir con los colores del logo de la marca. Pero hay casos donde esto no resulta llamativo o no convence a los clientes y hay que buscar otro tipo de diseños. En Doble M eventos ofrecemos todo tipo de alternativas.
Utilidad de un revestimiento para nuestra fachada
Además de ser la primera posibilidad de persuadir al público gracias al diseño que establezcamos, también es una herramienta de gran utilidad.
Hay muchos materiales que pueden ser empleados en el revestimiento de una fachada. Cada uno cuenta con sus pros y contras y se deberán valorar en función del negocio o con ayuda del asesoramiento de Doble M eventos.
Por lo general, la mayoría de materiales aportan resistencia a la fachada. Esto viene bien si nos encontramos, por ejemplo, en una localidad en la que llueve mucho o incluso que nieva. También cualquier otro incidente puede jugar una mala pasada.
También hay que valorar la facilidad de limpieza, ya que si nos encontramos en la calle es posible que de una manera u otra termine por mancharse o deteriorarse. Por eso si podemos limpiarlo con facilidad no costará tener siempre una imagen reluciente que ofrecer.
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